Soy cabezota, pero cabezota de esas que dices: "Me rindo, haz lo que te dé la real gana". Soy extremadamente cariñosa, raro es el momento en el que no estoy abrazando a alguien. Lo que mejor se me dá es escuchar y ser sincera. Si tengo que decirte algo no me lo pensaré dos veces, puede sentarte mejor o peor, pero es la opinión más sincera que te van a dar, así que no juzgues. Puedo hacerte pasar un rato de risas o puedo contarte un millón de historias que te aseguro te harán soñar con otra vida, más feliz. Puedo hacerte llorar con un consejo o haciéndote ver como son las cosas. Si me dejas, puedo arreglarte la vida. Si quieres olvidarte de tu vida por un día, llámame que lo conseguiré. Soy la persona más imperfecta que conozco, puedo ponerme de lo más insoportable si me pillas en un mal día. Me encanta escribir todo lo que vivo, pero poco a poco voy cambiando bolígrafo y papel por un ordenador que poquito a poco se va adueñando de mis secretos. Llegará el día que olvide mi propia letra. Me encanta también contar mis mejores historias a los demás, me gusta susurrar al aire cada minúsculo detalle. Siempre olvido que hay alguien a quien se lo estoy contando, me pierdo en mi propio mundo y olvido por qué lo cuento, olvido que hay alguien al lado mía y lo narro para mí, como si lo estuviera viviendo en vivo y en directo y recopilara la información para que no se escapara nunca de mi memoria. Cuento mi vida como historias que con el tiempo he aprendido a considerar leyendas por el miedo a perder los mejores recuerdos de mi vida.
Me presento:
Señoras y señores, soy yo.
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