lunes, 21 de octubre de 2013

Aprendí lo que no quería.

Huele a vela, y Jose Antonio Delgado está colmando la estancia con su música. ¿Cómo el simple hecho de estar aquí, tirada en la cama de cualquier manera, escuchando las mismas 10 canciones una y otra vez, consigue hacer que me sienta tan desnuda? Piel de gallina. Mi esencia reluce únicamente en la más absoluta soledad. Hace mucho que habéis dejado de conocerme, no tenéis ni idea de quien soy. Ninguno. No me dejáis ser yo misma, me agotáis las fuerzas. Me habéis roto tantas veces que a mi alma le da miedo mostrarse, y huye de vosotros. Mi pepito grillo se ha ido, se ha dado cuenta de que sus consejos han sido inútiles, actuar pensando en lo que es mejor al final ha acabado desgarrándome el corazón.

No me merecéis, no sé si soy mejor o peor que vosotros, pero no me merecéis. Si tenéis conciencia, sentíos asqueados y sucios, porque todo lo que era se está desangrando, manchando con su sangre vuestras manos culpables de asesinato. Que si no me reconocéis, es más culpa vuestra que mía. Me habéis convertido en lo que soy, y lo bueno que tenía me lo he guardado pa' mí. Mi aura está oscura y tétrica, morbosa, inquieta, pero mi esencia está intacta. Y ahí estará, escondida del dolor, encerrada en una jaula que se le queda pequeña, pero donde está a salvo.

Para mi luna, para mi música. Para mí.

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