Dear last best friend.

¿Sabes que veo muy absurdo? Que prometieras algo que sabías que no ibas a poder cumplir, que prometieras que no ibas a cambiar cuando a la primera oportunidad te has convertido en otra persona. Prometiste no ser como el resto de imbéciles que sonríen mientras te miran por encima del hombro, que no caerías en ese juego que da este asco de sociedad. Pero mírate, apenas unos meses después y eres todo lo que un día juraste no ser, hoy eres todo lo que un día odiaste. Pero, ¿sabes qué es todavía más absurdo? Que te creyera. Confié en que no cambiarías y aunque no lo dijera me aferré a ti como última esperanza. Ahora lo triste es que ni si quiera te dignes a mirarme a la cara, ¿tan culpable te sientes? Porque si es así no lo hagas, si has cambiado tanto será porque así eres más feliz, o al menos eso quiero pensar. Te echaré de menos, de eso puedes estar seguro.